Hace poco tiempo prácticamente todo el mundo se echaba las manos a la cabeza tras conocer una noticia que ha sido la comidilla de bares y reuniones sociales, no más de 6 personas, se entiende, hasta que llegó Filomena y nos dio tema del que hablar hasta el próximo suceso.

Y es que resulta que una familia de Cartagena pagó a un cerrajero la friolera de 1077€ por abrirles la puerta por el método conocido comúnmente como “tarjetazo”.

Eso sí, al menos les entregaron una factura.

¿Es esto legal? Pues por desgracia no es ilegal ya que no existe una regulación de los precios en los servicios de cerrajería, pero es una práctica con una falta total de ética tanto profesional como humana.

Cierto es que los hechos sucedieron a la una de la mañana durante la Nochevieja. Pero esto no justifica para nada los 1077€. Ni siquiera el que les hubiesen cobrado la mitad por un simple tarjetazo. Ni la mitad de la mitad.

Para los menos duchos en el mundo de la cerrajería, un tarjetazo no es más que abrir una puerta en las que las llaves se han quedado olvidadas o bien dentro del hogar, o metidas en la cerradura por dentro. En este caso, al no estar la cerradura echada y estar la puerta cerrada tan solo con el resbalón, en segundos cualquier cerrajero abrirá la puerta sin ningún tipo de esfuerzo.

La cerrajería es un sector donde podemos encontrar desde alguna empresa no muy ética dispuesta a pegarte un buen sablazo, hasta los “ñapas” que hacen de todo, pero con un resultado bastante discutible.

Pero también abundan los buenos profesionales. Cerrajeros que conocen perfectamente su trabajo, de confianza y que cuentan con un precio más que razonable que sufren del intrusismo de gente como la que cobra 1077€ por un tarjetazo. Perdón, para ser más exactos 849€ más IVA.

Para evitar estas prácticas, si alguna vez te ves en la situación de llamar a un cerrajero de urgencia, pregunta siempre por teléfono qué te va a cobrar por el desplazamiento, urgencia, nocturnidad, festividad, tener familia numerosa o ser socio del Atleti…

Evidentemente, no te podrá decir el importe del servicio ya que hasta que no llegue hasta la puerta no sabrá si con un simple tarjetazo podrá solucionarlo o le tocará reventar la cerradura para que puedas acceder a tu hogar. Pero sí tendrá la obligación de informarte de los gastos fijos anteriormente mencionados que llevará la operación.

Y si no te contesta a esas preguntas, como le ocurrió a la pobre familia de Cartagena, lo mejor es que cuelgues y busques a otro profesional.

Definitivamente, cuando te veas en una situación de urgencia, no pierdas la calma y actúa con cabeza. De esa forma, encontrarás un gran profesional que acudirá en tu ayuda, haciendo el mejor trabajo posible y con mucho menos dolor para tu bolsillo.

Nos leemos!

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